mardi 20 novembre 2012

Actores.

En las bambalinas del Apocalipsis final se preparan unos actores. Ataviados de entrañas y un fuerte aroma a bilis en la epidermis, esbozan una sonrisa infantil. En una heterogénea mezcla nauseabunda de palpitaciones cardíacas, adrenalina indomable y deseo mayúsculo, se abrazan, se besan, se ríen furiosamente. Ha llegado el momento de expresar. De decir. De remover. De perderse. De encontrarse en el batiburrillo literario, en el limbo de la realidad y el imaginario.